martes, 23 de febrero de 2010

Conferencia Estética

Penjo aquest resum que he fet arrel d'una conferencia que avui ens ha impartit a la ETSAB el senyor Félix Azúa, doctor en Estètica d'aquesta escola. MOLT INTERESANT, parlem de la mort de l'Art. Faig un Captatio Benevolentia perque el resum me l'he fet per mi mateix per plasmarla ara que está fresca, no trobareu un estil refinat, però he pensat que pot ser interesant si algu cau per casualitat per aquest blog.


Félix de Azúa se ha dedicado la mayor parte de su vida al estudio de lo que en el siglo XVII se conocía como “Estética”, que luego en el XIX se nombró como Filosofía del Arte y ahora, muy a su disgusto, renombrado Teoría del Arte. Azúa sostiene que la relación existente entre arte y arquitectura, que ha existido a lo largo de la historia, está en vías de extinción, no solo por la naturaleza de esta relación fuera de época, sino por la propia muerte del Arte.

El Arte nace hace unos 200 años con el romanticismo y más concretamente con Hegel, que define el Arte, como una nueva actividad metafísica compuesta por la pintura, la música, la arquitectura, el teatro y la poesía. Con el papel de substituir a la idea de Dios, a las ideas mitológicas para explicar el mundo, así pues al Arte le es asignado el rol de líder moral de la sociedad y motivador de la existencia.
Así pues pasamos de un modelo en que estas actividades eran simples oficios como medico, banquero, herrero, apreciados en la medida de sus aspectos materiales... A configurarse en una sola actividad llamada Arte con el rol de ser voz material de “el Espíritu del tiempo”(ideas globales de una época), de dirigir la moralidad y el sentido existencial de cada época, como hacía Dios antaño. Aparece así el artista “genio”, “marginado”, más allá de la sociedad común. Y desde entonces se lleva a los niños al museo, a desarrollar su “creatividad”, “su mundo interior”... Y se hacen conciertos , actuaciones y exposiciones donde el ciudadano aprende su nueva moral no católica...

Hemos explicado como nace el Arte pero falta definir como muere. Lo hace con las Vanguardias, los artistas se preguntan si realmente son responsables de la moralidad del mundo, de su sentido. Y se cuestionan si son responsables de las atrocidades del siglo XX, de la destrucción de Europa. Así pues empieza a aparecer el Dadaismo con poemas de una sola sílaba, el Futurismo..., todos intentando quemar y destruir lo que hasta entonces había sido el Arte. Los artistas suicidas y trágicos son un aspecto más de esta destrucción, el suicidio se configura como un valor añadido para una obra. Éste proceso se culmina con Duchamp y su Urinario con el que nos dice, el Arte ya no es más un director de moral, estamos solos por primera vez en la historia, sin montañas mágicas, sin Dios y sobretodo, sin Arte, lo que os había dirigido, hoy es un Urinario osea, nada.

Para explicar esta destrucción del Arte, de Europa, podemos estudiar la obra de Thomas Mann Doctor Faustus. Mann era un alemán exiliado en California y asistía desde la distancia a las peores masacres de Europa, lideradas además, por el pueblo más culto, el alemán, que el mismo había contribuido a cultivar . Esta obra trata de un músico que delante de la destrucción de occidente hace un pacto con el diablo, por el que vende su alma a cambio de poder componer una obra que devuelva el sentido al mundo y devuelva al Arte al puesto al que ha renunciado. El arte antes y después del siglo XIX siempre había sido una representación idealizada de la realidad, que hacía pensar que pese a la mierda que se vivía el día a día, merecía la pena vivir, dando sentido a la vida. A partir de las desgracias del siglo XX el arte solo se entiende como penitencia, como canto a las desgracias cometidas, el protagonista de Doktor Faustus pretende componer una obra que le devuelva el rol de dar sentido a la vida, y así devolver el sentido a la existencia a y frenar la destrucción de Europa.
En el momento de describir la obra que consigue el protagonista con la ayuda del diablo, Mann nos describe, casi humorísticamente, un nuevo Urinario, esta vez de la música, no de la escultura.
La gracia de la muerte del Arte, cosa que podemos ver en Doktor Faustus es que solo es factible desde la creencia en él, pues el mismo se suicida. Cuando Duchamp marca que no hay más Arte, sigue expresando el “Espíritu del Tiempo” que él vive y si alguien le hace caso es porque de verdad cree en el Arte, tampoco podemos matar a Dios si no creemos en él...

Pero ¿que pasa con una sociedad a la que siempre alguien ha marcado una moral y que la necesita brutalmente, que de repente se queda huérfana? Podemos pensar que la ciencia puede llenar eses vacío pero no es así pues la ciencia solo describe, nunca explica, es incapaz, 400 toneladas de piedra no son una Catedral.
Los gobiernos (englobando en el concepto gobierno todos los agentes directores de la sociedad de consumo), toman como deber garantizar un discurso moralizante y dotador de sentido para la vida, en pos del principio Maquiavélico de la estabilidad interior. Los gobiernos difícilmente pueden mantener a Dios vivo, pero pueden mantener el Arte en activo. Así pues desde la muerte del Arte hasta hoy vivimos de unas obras post vanguardistas que mantienen la “estética” de la no materialidad del Urinario pero que han recuperado el mensaje moralizante. “Cuelgo un espina de un hilo, y digo que la espina es en honor de las víctimas de la malaria en África”, sería como hacer el Urinario y luego añadir que es un Urinario para homenajear a las víctimas del VIH, son dos discursos incoherentes en la misma pieza, el Urinario era para decir que no hay más moral proveniente del Arte, no puedo añadirle una coletilla moral. El Estado/Sociedad de consumo, mantiene a una serie de clérigos paganos y ingenuos del Arte de antaño que ha perdido toda su coherencia.

Pese al panorama que nos rodea no hay que perder la esperanza, pero hay que constatar que un nuevo camino pasa inequívocamente por el hundimiento del Arte Pagano que nos rodea.

sábado, 28 de febrero de 2009

La vida vista por la transcendencia

La verdad es que podría hacerlo. Podría saltar ahora mismo por la ventana y no pasaría nada, absolutamente nada. Una noticia, un entierro unas cuantas habladurías y poco más. Una triste investigación sobre mi perfil psicológico para que el resto de gente pudiera conocer mis motivos y dormir tranquila el sueño de la rutina. Un triste homenaje al fin y al cabo.

Nada, nada trasciende. Ni siquiera mi cráneo cayendo desde seis pisos sería capaz de romper lo suficiente la calzada para ser recordado, ni mi sangre podría manchar lo suficientemente fuerte el suelo de Barcelona para que algo de mí quedara aquí. Incluso si saltara en Paseo de Gracia y tuviera la suerte de aplastar un ladrón a la fuga con los ahorros de toda una vida de una santa viejecita, no podría trascender. Ni si saltara en Times Square, y cayera en una boca de gas provocando una explosión que volara por los aires todo Manhattan, ni siquiera así transcendería. Aún escribiendo esto, no podría, aunque estas líneas fuesen lo mejor que se ha escrito en toda la historia pasada y futura, ni así podría sobrevivir.

Provocaría llantos, pena en mis allegados, heridas que sanarían con el tiempo como todo, o que se sumarían a sus vidas.

Y que más dará eso, nos limitamos a querer hacernos un hueco en el mundo “la obra y el hijo” que dicen, vaya absurdo. ¿Cuando todo haya acabado, cuando el inexorable final llegue, cuando desparezca la humanidad, cuando desaparezca la inteligencia de todo tipo, entonces que pasará? Con ella se acabará todo, ni Shakespeare, ni Obama, ni Borges, ni Phelps, ni Cristo ni Buda, ni Newton y mucho menos Darwin, ni envidia, ni belleza, ni pasión, ni pensamiento… Y cuando nos hayamos ido todos, cuando nuestras historias caigan en el vacío, que harás tú, Mundo. Solito sin nadie que te escuche y que te mire, que te estudie, desaparecerás también en la oscuridad de la intranscendencia, como un cuadro pintado para no ser visto morirás de tu sinsentido.

Al final la única razón para no dejarlo todo es por no hacerles el feo a los que nos precedieron de matar su recuerdo con nuestra muerte.

martes, 23 de diciembre de 2008

Excelsior

Vigila esperit vigila

pels ports no et deixis emportar,

que fortifiquen la calma

de la frescor que les salvatges ones que han de portar.

Sempre lluny!

Camina Corre Recula, tot alhora,

sense perdre mai un sol racó.

Absorbeix, absorbeix que tot se t’escapa

i de tot poc serà teu, que de tot el que

has pogut ser, només un en seràs.


Per això esperit, divideix-te en mil trossos

que són pocs, que mai hi haurà prou

per abastar tot el món.


Sobretot aprèn sempre procurant no oblidar,

que tot ho has aprés i que tot ho has d’aprendre.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Sophia

Sabiduría gran enemiga del hombre,

impones tu ley en los pensamientos.

Privándoles de libertad

para escuchar más allá de ti.

 

Te divides implantandote

y creando un pensamiento para cada

hombre ingenuo.

Marginando al ignorante

 

Borras la verdad humilde e instintiva

que conocen todas las mentes.

Lo único que podemos aprender

es a aprender.

 

 

miércoles, 1 de octubre de 2008

Fuera de mi veo como te vas

reapareces al mirar atrás,

No saber si eres conquista.

No saber si eres fracaso.

No saber si te quiero como conquista

o simplemente no te quiero.

 

Tu inocencia vendes a la caducidad,

esperando algo puro de verdad.

Encerrado estoy sin poder agarrarte de la mano

y arrancarte de vuelta a ese día de verano.

En el que sin conocerme, uno de mis yos se te reveló

 

Que claridad puedo dar,

no saber si lo que hice fue argucia,

o simplemente liberación.

viernes, 13 de junio de 2008

Prosa en verso

El amor en el que queremos creer es falso.
Lo que definimos cuando hablamos de él,
es amistad con una importante guarnición de sexo.
Y es que el amor es egoísta, hormonal y
hecho para durar tres meses. Pero la amistad
es el lobo que apoya su cansancio en otro,
es el lento cuaje de dos peonzas
metálicas con agresivos dientes girando a toda velocidad
en un engranaje harmonioso.
Y se vende uno en lugar del otro,
se intercambian y se complementan.
Pero puede que te des cuenta de que lo que más vale
es la amistad, que no conoce vanidad ni guerra ni hambre,
que tarda más en llegar y que una vez ganada sinceramente
cuesta de perderse. Aun con esto el horror es bello y
el amor tristemente también.
"Can't we be friends?"
¿Si no podemos ni ser amantes como vamos a ser amigos?

jueves, 12 de junio de 2008

Mi mesa y yo

Mi mesa es de buena madera y dimensiones poco despreciables. Es rectangular pero no cuadrada. Tiende al desorden común en su entorno. A la izquierda en un rincón hay discos de antiguos juegos y música más que pasada, todo en una montaña de más de 15 metros de pereza. Carpetas, libretas y demás -etas pueblan la superficie derecha color haya, condenando a mi conciencia al trabajo. Paradójicamente el sector izquierdo es un campo de minas para mi concentración, sobretodo el parpadeo anaranjado que me ciega desde el grueso monitor que ocupa un octavo de mesa.

Y entre todo el desorden aparente, que no es más que orden real, destaca mi hermano. Un bolígrafo, una lata enana (que gracias al enanismo se ha conservado en el trajín de objetos como lapicero)… y un cajón adosado a la mesa lleno de cosas que le pertenecen. Ahí guarda toda su esencia, desde tarjetas, identificaciones, licencias, llaves, condones, recuerdos encerrados para ser olvidados… porque el cajón es mío, pero se lo dejo para que lo llene. Un cajón que le guarda para mí, lo que me ha dejado, que le da gracia a la mesa. Forma parte del sector especial de la mesa, que ocupa menos de la mitad pero representa un 80% de ella, configurado por un ordenador, unos altavoces, un pianillo microscópico, el cajón y los discos viejos.

Es por eso, haber si me entiendes ahora, que mi hermano no se puede ir ¿Quién le dará sentido a mi mesa? Igual que no pueden faltar ni el piano ni los discos viejos ni el teclado ni las libretas ni el orden que pretendo desordenado; no puede faltar él, entonces ya no sería mi mesa.